Aguas internacionales

El agua es el elemento vital de nuestro planeta. La vida humana depende del agua dulce, y el clima de la Tierra y su habitabilidad no depende sólo de agua dulce, sino también los servicios de los océanos. Siendo el 70 por ciento de la Tierra cubierta por océanos y el 60 por ciento de las tierras están ubicadas zonas transfronterizas y cuencas de aguas subterráneas, la mayoría de los sistemas de agua en la Tierra son transfronterizos - y por lo tanto esta es la esencia del mandato del GEF en Aguas Internacionales (IW). Estos sistemas de agua, que no conocen fronteras, producen alimentos para el comercio mundial y el uso doméstico, potencian la industria y la economía, apaga la sed, y alimenta los ecosistemas que sustentan la vida. A nivel mundial, estos sistemas son usados en exceso, sufren de contaminación excesiva y de las graves fallas de la gobernabilidad transfronteriza y nacional.

Costa Rica cuenta con 589.000 km2 de mar territorial y una longitud de costa de 210 km en el Caribe y 1,106 km en el Pacífico. La amplia plataforma continental de la costa del Pacífico es uno de los factores determinantes de su riqueza pesquera.

De acuerdo a la Estrategia Ambiental del PNUD, los grandes retos en esta área son: el reordenamiento territorial por cuencas, fortalecer los programas de manejo de microcuencas, aplicar el marco regulatorio, el monitoreo  y control para asegurar el cumplimiento de las normas en el tratamiento de aguas residuales, desarrollar programas de ahorro a nivel nacional, domiciliar y avanzar en la internacionalización de costos ambientales por el uso del recurso hídrico.

Asimismo, el país posee enormes porciones del Océano Pacífico, especialmente alrededor del Parque Nacional y Sitio del Patrimonio Mundial Isla del Coco, aunque dichas aguas son ricas en pesca, el país tiene relativamente poco control sobre sus recursos, con excepción de la Isla y su entorno inmediato.  Destacan los ecosistemas marinos de la Isla del Coco por sus arrecifes de coral así como por sus abundantes comunidades de peces de alto endemismo (cerca del 17% de las 300 especies) y su importancia como centro de distribución de muchas especies de la región Indo-Pacífico.

Adicionalmente, el país tiene dos importante cuencas transfronterizas compartidas con países vecinos: al norte con Nicaragua (río San Juan) y al sur con Panamá (Sixaola-Yorquín).

El río San Juan nace en el lago de Nicaragua y desemboca en el Mar Caribe. En su parte inicial el río corre por territorio nicaragüense y luego pasa a servir de límite internacional entre Costa Rica y Nicaragua. La cuenca propia del río (es decir excluyendo la cuenca del Lago de Nicaragua) tiene una superficie de 38,500 km2, de la cual 64% corresponde a Nicaragua y 36% a Costa Rica. El río tiene varias subcuencas importantes en ambos países y bordea Áreas Protegidas de gran importancia como la Reserva de Indio-Maíz en Nicaragua y el Refugio de Vida Silvestre Barra del Colorado en Costa Rica. Dada la importancia de esta región, el PPD ha contribuido en el fortalecimiento del Corredor Biológico San Juan-La Selva, a través de al Comisión del CB y con la participación activa del CCT-Centro Científico Tropical.

El río Sixaola nace en la cordillera de Talamanca que sirve de divisoria de aguas entre el Océano Pacífico y el mar Caribe y desemboca en el mar Caribe. En la parte baja de su curso forma la frontera norte de Panamá  y Costa Rica. Tiene 146 km de largo y su cuenca tiene una superficie de 5,094 km². La biodiversidad y los recursos naturales están resguardadas a través de seis áreas protegidas (155.848 has.), dos corredores biológicos nacionales, y seis asentamientos indígenas (112.789 has.) establecidos legalmente por los gobiernos de Costa Rica y Panamá. Se han realizado muchos esfuerzos en estas zonas, aunque no existen programas binacionales agresivos e importantes que se relacionen con la conservación y el manejo de dichas cuencas. Lo único claro, es que los procesos que afectan negativamente la calidad y cantidad de las aguas y su biodiversidad, continúan creciendo en los tres países, aunque en grados diferentes. En esta región, el PPD ha apoyado la labor del Corredor Biológico Talamanca-Caribe, a través del financiamiento de proyectos orientados a la conservación y protección del recurso hídrico y recuperación de áreas degradadas.

Durante la ejecución de la Quinta Fase Operativa del PPD no se desarrollaron acciones en esta área focal.