Agricultores y Agricultoras costarricenses buscan promover sus derechos y contribuir a la conservación

San José, Costa Rica, 11 de octubre 2016.- Agricultores y agricultoras nacionales, tomadores de decisiones y otros actores relevantes, intercambiaron experiencias e ideas, con el propósito de implementar un plan de trabajo que promueva sus derechos, y contribuya a la conservación, uso sostenible de la agrobiodiversidad, seguridad alimentaria y nutricional, y al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

La Comisión Nacional de Recursos Fitogenéticos (CONAREFI), el Programa de Pequeñas Donaciones, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en colaboración con la Oficina Nacional de Semillas, la Mesa Nacional Campesina,  la Comisión Asesora sobre Degradación de Tierras (CADETI), junto a la cooperación técnica de la Representación de la FAO en Costa Rica y el Foro Global para la Investigación Agrícola (GFAR), realizaron el primer Taller Nacional sobre los Derechos de los Agricultores y Agricultoras en el país: reconociendo y apoyando su contribución en la conservación de la agrobiodiversidad.

“Como parte de las acciones que deben considerarse en el programa de trabajo que se proponga, está la necesidad de insertar el propósito de este taller como parte de las políticas y planes nacionales, para entender que lo que buscamos no es producir más, sin medir las implicaciones ambientales, sino producir mejor de la mano con el ambiente”, apuntó Mario Coto, Director Técnico del SINAC y el MINAE.

El taller concientizó a los participantes sobre sus derechos,  en el marco del Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura (TIRFAA).

Un tratado Mundial para la seguridad alimentaria y la agricultura sostenible

El TIRFAA fue aprobado en la Conferencia de la FAO el 3 de noviembre del 2001, y está vigente desde el 2004,  su finalidad es garantizar el resguardo y utilización sostenible de los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura, así como la distribución justa y equitativa de los beneficios resultantes de la utilización de los mismos.

“Costa Rica es parte de este Tratado Internacional desde el 2006, cuando el Parlamento lo aprobó por unanimidad,  y desde ese entonces es uno de los países más activos de la región de America Latina y el Caribe en este tema. Además, es el único instrumento multilateral y obligatorio que reconoce los Derechos de los Agricultores y las Agricultoras. De acuerdo con este Tratado, la implementación de estos derechos les corresponde a los gobiernos, de acuerdo con sus normas nacionales.”, indicó Octavio Ramírez, Oficial a cargo de la Representación de la FAO en el país.

La contribución pasada, presente y futura de los agricultores de todas las regiones del mundo, en particular de los centros de origen y diversidad, a la preservación, mejoramiento y disponibilidad de estos recursos constituye la base de los Derechos del agricultor.

Por su parte, Walter Quirós, Director Ejecutivo de la Oficina Nacional de Semillas, señaló que las iniciativas, propuestas y casos exitosos que están desarrollando los agricultores y agricultoras nacionales, se deben promover en función de la aplicación de estos derechos.

La conservación y el uso sostenible de los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura (RFAA), son necesarios para garantizar la producción agrícola y enfrentar los crecientes desafíos ambientales y el cambio climático. A largo plazo, la pérdida de estos recursos plantea una amenaza para la seguridad alimentaria mundial.

El tratado establece en su artículo 9 el Derecho de los agricultores a resguardar, utilizar, intercambiar y vender semillas u otros materiales de propagación custodiados en las fincas de los agricultores y agricultoras. También, otorga al Estado la responsabilidad de aplicar estos derechos.

El Gobierno costarricense, en función de su Política Agropecuaria, se plantea colocar en la agenda política,  el desarrollo de marcos normativos nacionales que promuevan los derechos de los agricultores, y faciliten el intercambio de información y experiencias.

Además, incluye la protección de los conocimientos tradicionales, y el derecho a participar equitativamente en la distribución de los beneficios y en la  adopción de decisiones, a nivel nacional, sobre asuntos relativos a los RFAA.

En el país para lograr promover e implementar estos derechos en el marco del tratado del cual Costa Rica forma parte, se debe reconocer el importante rol de los agricultores y agricultoras en la conservación de los recursos fitogenéticos.

“Es importante resaltar el papel de la mujer en la agricultura, y concientizar a la sociedad sobre su función y contribución  en la producción agrícola y las economías locales”, señaló Juanita Chaves, Representante del Foro Global de la Investigación Agrícola.

Asimismo, se necesita impulsar el rol de las mujeres campesinas e indígenas, en la defensa y uso sostenible de la agrobiodiversidad, como transmisoras de conocimientos tradicionales e innovadores en prácticas relacionadas a los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura.

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